Tus palabras se las está llevando el viento.

Después de tanto tiempo sigo esperando como una tonta a que vuelvas por mí.
En realidad sé que eso no va a suceder jamás, ni siquiera sé si realmente me llegaste a querer en algún momento.
Muchas han sido las veces en las que me has recriminado que te dejase, en las que me has reprochado que no te diese otra oportunidad, pero necesitaba recapacitar y en este tiempo me he dado cuenta que necesito estar a tu lado. Ya sea para darme el golpe final o para poder ser feliz junto a ti.

Quiero dejar de martirizarme y que lo intentemos de nuevo. Odio esos días de incertidumbre, la angustia de no saber qué pasará con nuestros caminos. Deseo que la felicidad esté en nuestro destino.

Supongo que aún no es el momento... pero tus palabras se las está llevando el viento.
Necesito que me demuestres todo lo que me has dicho, sino nada tiene sentido.
La llama, poco a poco se apaga dentro de mí, si no haces nada por reavivarla, esto llegará al fin y seguramente sea lo mejor para mí.