Ha ganado la razón al corazón.

Sigo en esta montaña rusa de sentimientos, en esta complicada situación de no querer escuchar más tu nombre en cada latido de mi corazón, en esta guerra interna de sentimientos contra la razón.

A veces pienso que me gustaría estar a tu lado, besándote, diciéndote que te quiero, lo mucho que te he echado de menos... pero de repente, mi mente hace callar ese tipo de pensamientos, pongo el volúmen de la música al máximo, haciendo que me estremezca por dentro y, sintiéndome viva, sigo caminando.
Al fin he encontrado el modo de hacer callar a mi corazón, aunque a veces escuche un lejano rumor ya no me afecta demasiado.

Únicamente pido una cosa, algo muy simple, que abras los ojos.
Sólo quiero que algún día pienses en todo lo que has perdido por culpa de no valorarte.
Porque aunque parezcas un prepotente en ocasiones, sólo es tu escudo ante los demás, ya que por dentro, no te quieres nada. Por eso, cada día te importa menos todo, sólo piensas en "divertirte" y te da igual tu salud, tu familia, tus verdaderos amigos, los que de verdad te quieren o te hemos querido.
Tienes una actitud demasiado infantil, has de aprender a aceptarte y quererte tal y como eres.
Por eso mismo, por no gustarte, te metiste donde estás y sólo haces que cavar tu propia tumba.
Crees que fumar y beber te va a solucionar la vida, que te va a hacer desaparecer todos tus problemas, pero eso no hace más que incrementarlos. Las penas no se olvidan ni con porros ni con bebidas.
Tu vida es un sinsentido, has dejado que se estrellen tus sueños, tus aspiraciones, tus ilusiones... todo por culpa de despreciarte.
Como no te des cuenta pronto de todo esto, tu vida va a acabar trágicamente y ya sí que no habrá solución ni marcha atrás.
Has perdido tantísimas cosas, todo por creer que tu vida iba a ser mejor aferrándote a lo que haces... pero te ha hecho cambiar demasiado. Te has vuelto un mentiroso, eres infiel por naturaleza, te has convertido en una persona irascible, nunca se sabe cómo vas a actuar ante las cosas. Tu carácter se ha avinagrado, estás amargado.
Veo tu futuro demasiado ennegrecido y honéstamente, me duele pero ya no me afecta. He intentado todo para ayudarte pero no quieres escuchar nada que no tenga que ver con tu tipo de "diversión".
Eres muy inmaduro y cada vez vas a peor.
Espero que algún día recapacites y no sea demasiado tarde. Que te des cuenta de quiénes son las personas que te quieren de verdad y no sólo por la "fiesta". Que veas que he sido la única que te ha querido más que a su vida, que lo hubiera dado absolútamente todo por ti sin esperar nada a cambio y que no te he querido por ningún tipo de interés, sino por tu forma de ser. Por cómo era el chico al que conocí hace dos años, con sus virtudes y sus defectos. Ese chico que era tan cariñoso, agradable, atento y simpático conmigo, ese chico que, aunque por aquel entonces tampoco se valorase, estaba más centrado que ahora. Ese chico del cuál me enamoré perdidamente.
Quiero pensar que, en algún momento de tu vida, me has querido. Y si así fue, el amor hacia mí te duró poco ya que sólo has sabido aprovecharte de mí, utilizándome.
Siempre que notabas indicios de que me ibas a perder, reaparecías, haciéndome así, volver a caer en tus redes sin poder hacer nada para evitarlo. Pero ahora ya no podrás, esta vez me siento más fuerte que nunca y sé que soy totalmente capáz de hacer desaparecer cualquier resquicio de mi amor hacia ti.
Sólo me necesitabas cuando estabas mal por cualquier motivo. Espero que en el fondo recurrieses a mí porque sabes que soy la única que siempre ha querido tu bien y te he priorizado tantísimo que, incluso he pasado por encima de mi felicidad.

Ahora voy a pensar en mí, no te necesito aquí.

En mi nuevo horizonte, no existe tu nombre.

Al fin me siento liberada de esta carga que he soportado tantísimo tiempo. Me he desahogado y he escrito todo lo que siento. 

Ahora, por fin, puedo dar por terminado este capítulo de mi vida y lo cierro para no abrirlo nunca más. 

Nueva vida y felicidad, allá voy.